La Sarcopenia:

 

Se define a la pérdida de masa y potencia muscular que se produce en consecuencia del envejecimiento, o bien por llevar una vida sedentaria.

La masa muscular disminuye de forma gradual un 2-8% cada década a partir de los 30 años, acelerándose este proceso al cumplir los 60 años.

la sarcopenia incrementa el riesgo de caídas y fracturas

La disminución de la masa muscular se acompaña de otros cambios en la composición corporal, como por ejemplo un incremento progresivo del tejido graso. Todo esto se ha relacionado con una mayor probabilidad de desarrollar factores de riesgo cardiovascular como obesidad, diabetes ó hipertensión.

Según un estudio de del Centro Médico de la Universidad de Columbia (USA), la sarcopenia aparecería cuando cierto grupo de proteínas de las células musculares experimenta pérdida de calcio, lo cual activa una cadena de eventos que finalmente limita la capacidad de contracción de las fibras musculares. En esta pérdida de calcio están implicados los receptores de la rianodina, unos canales de calcio existentes en muchos tejidos corporales.

 

Tratamiento y prevención de la sarcopenia

Actualmente no existe un tratamiento específico para la sarcopenia, pero se han ensayado varias estrategias para intentar corregirla en la medida de lo posible, aunque lo más importante es evitar o retrasar su aparición adoptando medidas que ayuden a prevenirla. Los tratamientos que se están estudiando para la sarcopenia son las siguientes:

 

Testosterona: la presencia en sangre de niveles bajos de testosterona, que es una hormona sexual, se ha relacionado con la presencia de menor masa muscular y menor fuerza en los músculos de las piernas. Por ello, se ha utilizado la testosterona como tratamiento de la sarcopenia en varones con niveles bajos de esta hormona en sangre.

 

Dehidroepiandrosterona (DHEA): la administración de suplementos de esta hormona se está investigando como tratamiento de la sarcopenia, ya que se ha visto que las concentraciones de esta sustancia disminuyen progresivamente con la edad, pudiendo jugar un papel en la aparición de la sarcopenia.

 

Tratamiento con hormona de crecimiento humana (HGH): aunque en adultos jóvenes con hipopituitarismo (disminución de las hormonas secretadas por la glándula hipófisis) el tratamiento con HGH sí aumenta la masa y fuerza muscular, no está del todo clara su utilidad en ancianos. Además, la administración de esta hormona puede tener efectos secundarios como síndrome del túnel carpiano, ginecomastia (crecimiento de las mamas en el varón), retención de líquidos, dolor de las articulaciones, y bajadas de tensión.

 

Tratamiento nutricional:  Suministrar dietas ricas en proteínas, o aportar de forma extra algunos nutrientes concretos, como determinados aminoácidos.

 

Intervenciones sobre citocinas y el sistema inmune: se han utilizado algunas sustancias (como la pentoxifilina, la talidomida o el acetato de megestrol) con la intención de controlar la producción de citocinas, que son unas sustancias que producen la pérdida de masa muscular en la sarcopenia.

 

Prevención de la sarcopenia

 

 

Lo mejor para prevenir la sarcopenia es mantener una actividad física adecuada, y sobre todo realizar ejercicios para potenciar la musculatura. Se ha podido comprobar que este tipo de ejercicios generan un incremento de la masa y la potencia muscular en los ancianos, lo que contribuye a evitar que aparezca la sarcopenia.

Realizar este tipo de ejercicios dos o tres veces a la semana permite obtener resultados beneficiosos en unas ocho semanas, y se ha observado una importante mejoría incluso en pacientes con más de 90 años de edad.

ver más información . . .

 

por sack

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *