El síndrome parkinsoniano , también denominado como parkinsonismo consiste en padecer alguno de los síntomas de la enfermedad de Parkinson, como el temblor, la rigidez, la lentitud o las alteraciones posturales, sin tener la enfermedad de Parkinson en sí.
Una vez realizado el diagnóstico de parkinsonismo se pretende encontrar la causa del síntoma.
El estudio sobre las causas es muy diverso y ordinariamente se realizan pruebas de laboratorio así como neuroimagenes anatómicas para descartar causas secundarias como puede ser la toma de ciertos fármacos, las alteraciones hormonales, la presencia de un tumor, la hifrocefalia o una lesión por isquemia cerebral. Si no se encuentra ninguna enfermedad que produzca parkinsonismo de forma secundaria, se habla de un parkinsonismo de origen primario.
La enfermedad primaria que con más frecuencia produce estos síntomas, es la enfermedad de Parkinson, pero existen otras enfermedades neurodegenerativas menos frecuentes que también pueden producir parkinsonismos, como pueden ser:
Enfermedad de cuerpos de Lewy difusos: Es una forma de demencia asociada con la enfermedad de Parkinson, que ocurre típicamente al inicio de la enfermedad. Suelen tenerse síntomas motores, como la rigidez y la lentitud y también dificultades de memoria y aprendizaje que interfieren en la vida diaria. Otros síntomas pueden ser las alucinaciones visuales (ven cosas donde no las hay), alteraciones impredecibles en los niveles de alerta y atención y cambios en el humor, el comportamiento y la personalidad.
Degeneración cortico-basal: conlleva principalmente síntomas motores y cognitivos. Los síntomas motores suelen afectar un brazo y/o una mano, incluyendo: lentitud, rigidez, mioclonías, que son sacudidas rápidas de los músculos y distonía, que es una postura fija y anormal.
Atrofia multisistémica : donde el paciente puede sufrir lentitud, rigidez y dificultades en el equilibrio o para caminar. También puede sufrir síntomas en el cerebelocomo pérdida de equilibrio, o dificultades para hablar.
Parálisis supranuclear progresiva : Puede causar desequilibro, dificultades en la marcha y una tendencia de caerse para atrás. También restringe los movimientos de los ojos, que pueden llevar a tener dificultades para leer, caídas mientras se bajan escaleras y visión borrosa o doble o alta sensibilidad a la luz. También se produce el cierre involuntario de los párpados, llamado blefaroespasmo, cambios en la memoria y el comportamiento, en las emociones o las motivaciones y problemas en el habla y al tragar.