La demencia en el Parkinson

 

 La Demencia  asociada  a  la  Enfermedad  de  Parkinson  y  la  Demencia  por  Cuerpos  de  Lewy  son entidades  frecuentes  dentro  de  los  trastornos  cognitivos  de  etiología  degenerativa.  Clínicamente, ambas enfermedades combinan manifestaciones motoras, trastornos conductuales y alteraciones de las  funciones mentales superiores.

 

Es considerado por los expertos, que a nivel cerebral los llamados cuerpos de Lewy, unas estructuras redondas que se acumulan en el cerebro de los enfermos de Parkinson y también en los afectados por la demencia con cuerpos de Lewy, son los responsables fundamentales de que mueran neuronas implicadas en otros procesos no motores.

Bajo estimaciones, la demencia tiene afección estimada en el 40 por ciento de los los enfermos que padecen la enfermedad de Parkinson,  siendo ésta, una afección neurológica y progresiva que, según la OMS (Organización mundial de la salud), la padecen más de seis millones de personas en todo el mundo.

Este porcentaje se amplía de forma notable en pacientes de más avanzada edad. En el mismo escenario que en la enfermedad de Alzheimer, la neurociencia dispone que la demencia asociada al Parkinson tiene su origen en una carencia colinérgica.

Se plantea por tanto una reducción notable de la transmisión de señales entre fibras nerviosas cerebrales y en especial, en las que dependen del neurotransmisor acetilcolina.

Es importante señalar que la demencia asociada al Parkinson difiere clínicamente en la enfermedad del Alzheimer.

 

 

 

No existe un tratamiento del Parkinson pero sí se pueden aplicar diversos métodos farmacológicos y no farmacológicos para tratar los síntomas. Estos tratamientos son bastante eficaces inicialmente aunque con el paso del tiempo suelen perder efectividad.

Por lo que se refiere a la demencia derivada del Parkinson en algunos casos se utilizan fármacos que se utilizan también para el Alzheimer. En cuanto a los tratamientos no farmacológicos se utilizan ejercicios para mejorar la atención, el razonamiento, la abstracción, el lenguaje o la orientación del paciente de Parkinson.

En la demencia asociada al Parkinson, al contrario de la demencia por Alzheimer, predomina el deterioro de la atención (dificultad para poder concentrarse), de las habilidades para procesar la información visual y dificultades para orientarse en el espacio, calcular las distancias, caminar sin tropezar, y de las funciones ejecutivas, lo que puede manifestarse en dificultades para regular el comportamiento y para establecer, por ejemplo, un planning diario.

En el Parkinson, la memoria y el lenguaje están menos afectadas que las funciones que mencionamos antes y se considera, además, que en las personas en las que predomina la rigidez y lentitud de movimientos, el deterioro de las funciones cognitivas como la atención es menor que en aquellos en los que predomina el temblor.

Los enfermos de Parkinson que comienzan a tener demencia pueden manifestar los siguientes síntomas:

  1. Alucinaciones visuales.
  2. Trastornos en el sueño.
  3. Ideas de persecución.
  4. Depresión.
  5. Efectos sobre la memoria.
  6. Desorden en el habla.

 

 ♣ Más información sobre las demencias y sus síntomas

Veamos a continuación las diferencias entre los distintos tipos de demencia:

Tipos y diferencias de demencia en:

 

La demencia en la enfermedad de Parkinson

 

La enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa que se caracteriza por la destrucción progresiva de neuronas dopaminérgicas y la sustancia que producen, la dopamina. La sintomatología, de aparición progresiva, tiene que ver, fundamentalmente, con la falta de coordinación de los movimientos. Característicamente suele aparecer temblor (de reposo, en una mano o pierna), rigidez, amimia (cara inexpresiva), lentitud de movimientos, trastornos de la marcha (encorvados, a pasos cortos, con bloqueos), etc.

Es frecuente que los pacientes con enfermedad de Parkinson padezcan depresión y puedan desarrollar demencia. La demencia asociada a la enfermedad de Parkinson tiene rasgos diferentes a la enfermedad de Alzheimer.

La memoria suele estar menos afectada que en el Alzheimer, y la presencia de síntomas neuropsiquiátricos (depresión, alucinaciones, delirios, etc.) es más frecuente y precoz.




La demencia por cuerpos de Lewy

Existe otra demencia relacionada con la enfermedad de Parkinson, la demencia por cuerpos de Lewy , que se caracteriza por alucinaciones visuales precoces y muy vívidas, fluctuaciones a lo largo del día de los síntomas, síntomas parkinsonianos y caídas de repetición. Suele tener un curso rápidamente progresivo.

Por último, tratándose ambas de enfermedades neurodegenerativas, no es excepcional que en una misma persona mayor coincidan enfermedad de Alzheimer y enfermedad de Parkinson.



La demencia Enfermedad de Alzheimer

La causa más frecuente de demencia es la enfermedad de Alzheimer que representa aproximadamente el 70 por ciento de todas las demencias. Es una enfermedad neurodegenerativa, de curso insidioso y progresivo, cuya causa aún es incierta y en la que se imbrican factores genéticos y ambientales.

Hoy sabemos que las lesiones cerebrales que originarán la demencia (placas de proteína betaamiloide, ovillos neurofibrilares) empiezan a aparecer en determinadas áreas del cerebro 15  a 20 años antes de la aparición de los síntomas.

En su forma típica, los primeros síntomas afectan a la memoria inmediata, a la denominada memoria episódica, con dificultades para codificar y guardar la información. Progresivamente se afectarán otras funciones cognitivas (lenguaje, orientación, capacidad de juicio, etc.) y conductuales, determinando la pérdida de la persona afectada de la capacidad de valerse por sí misma en su vida cotidiana.

La enfermedad sintomática suele transcurrir de forma lenta y progresiva a lo largo de 12 a 15 años, y se verá influenciada por factores que tienen que ver con la propia salud de la persona com pueden ser, enfermedades vasculares cerebrales, medicaciones, infecciones y el entorno donde ésta se desenvuelva.

La demencia senil

La senctud o la vejez,  no es motivo directo de demencia, ni todas las personas que alcancen una edad avanzada tienen por qué desarrollar demencia de forma ineludible, que es lo que indicaría el término demencia senil. Los ejemplos de personas de edad avanzada en plenas facultades psíquicas están en la mente y en la vida de todos nosotros.

El envejecimiento ocasiona modificaciones cognitivas (disminución de la velocidad de procesamiento mental, dificultad para mantener la atención en varias cuestiones al mismo, cierto déficit de memoria inmediata, etc.) que no tienen por qué interferir con la capacidad de un individuo para llevar una vida autónoma e independiente (a diferencia de las demencias).

Otra cuestión es que la edad sea es el principal factor de riesgo para desarrollar demencia, fundamentalmente de causas neurodegenerativas, pero las causas serán las propias de la neurodegeneración y no la edad propiamente dicha.

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