Fallos de la memoria:

El envejecimiento es un proceso de cambio y adaptación a nuevas situaciones.

En ocasiones  estos cambios vienen marcados por variables sociales como la jubilación o la pérdida de seres queridos, pero es obvio que las esferas físicas y psicológicas de las personas también se ven modificadas con el paso de los años. El envejecimiento es, por tanto, el conjunto de cambios  morfológicos, funcionales y psicológicos que el paso del tiempo produce irreversiblemente en los seres vivos.

La adaptación al cambio es una de las definiciones que hacemos acerca de la inteligencia del ser humano. A quien más y a quien menos le supone un quebradero de cabeza y una acción de fuerza de voluntad el cambiar la rutina diaria que ha mantenido a lo largo de los años.

Ya sea una rutina elegida o una impuesta por las circunstancias, las personas, por lo general, nos sentimos más cómodas en lo previsible que en lo incierto.

Como hemos dicho, nuestro cuerpo envejece y se modifica, nos salen arrugas en la piel, se nos blanquea y cae el pelo, las orejas y la nariz aumentan de demás información y experiencia que hemos acumulado a lo largo de nuestra vida.

 


 

El cerebro de una persona mayor difiere del de una persona joven. Su peso y volumen se reduce con la edad, y se producen cambios a nivel vascular y del metabolismo neuronal.

Además, a estos cambios asociados al envejecimiento pueden sumarse los característicos de las enfermedades conocidas como “demencias”, que veremos más adelante.

Por tanto, en lo que se refiere al funcionamiento cerebral, podemos hacer una clasificación entre dos tipos de personas mayores:

• Las que envejecen de forma saludable, con todos los cambios y modificaciones asociadas al paso del tiempo, pero sin enfermedades añadidas.

• Las que acompañan su proceso de envejecimiento con una patología que marcará su funcionamiento a nivel cerebral.

 

por sack